La educación analizada desde el prisma universitario

Un grupo de estudiantes hemos llevado a cabo una encuesta a varios jóvenes universitarios para conocer su opinión sobre nuestro sistema educativo. El resultado arroja algunos datos que son interesantes de analizar.

La mayoría afirman que durante la educación primaria y secundaria los niños optan por colegios públicos y concertados de manera prácticamente equitativa, solamente un 10% de los encuestado acudieron a centros privados. Asimismo, en bachillerato, baja el porcentaje de los centros concertados en favor de los públicos y privados.

En relación con el aprendizaje, un 43,5% de las personas preguntadas aseguran que fue la educación primaria la etapa en la que más aprendieron. Un 30,1 % prefieren al bachillerato y, solamente, un 26,3% hacen referencia a la educación segundaria. Estos datos demuestran que la motivación de los estudiantes va disminuyendo desde que terminan, la mayoría de los alumnos, con 12 años la educación primaria. 

El 47% de los encuestados opinan que la prueba de acceso a la universidad es regular, el 40% piensan que es mala y el 23% que es buena. La actitud de la mayoría de los discípulos a la hora de contestar a esta pregunta denotaba su enfado con este método.

El precio de la matrícula universitaria también ha sido muy criticado. El 86 % considera excesivo la cantidad de dinero que hay que abonar para pagar las matriculas, el 24% cree que no es alto el precio que se debe invertir. Los alumnos descontentos afirman que el precio se debería reducir para que un mayor número de personas tengan la oportunidad de cursar estos estudios y no se lo impidan las dificultades económicas.

La valoración sobre las carreras universitarias también es negativa. Un 72,7% critica que la universidad no les prepara lo suficiente para adentrarse en el mundo laboral una vez terminados los estudios. Un porcentaje minoritario opina que terminan un nivel suficiente para trabajar en el sector que les interesa.

Una vez expuestos los datos, se puede apreciar un claro descontento en los jóvenes universitarios. Una mejora en la estructura de la educación, una mayor inversión en los estudiantes o una reducción de las cuotas son algunas de las modificaciones que consideran necesarias para progresar.